domingo, 4 de diciembre de 2011

LA SUPERVISORA


“ESTE AÑO, HA SIDO UN AÑO DE INCLUSIÓN”
Durante la reunión sobre convivencia escolar, mantuvimos una breve charla con la Prof. Adriana Guzmán, Licenciada en Ciencias de la Educación y, actualmente, Supervisora de la Región Educativa I, que incluye escuelas de la capital, urbanas, periféricas y algunas escuelas rurales, como la nuestra.


Profesor Piguillem: Como supervisora, ¿qué problemas has observado durante éste ciclo lectivo, a nivel provincial, que no se hayan podido resolver?

Lic. Adriana Guzmán: Cada escuela tiene su problemática y he observado que hay mucha colaboración y predisposición de las autoridades dentro de las instituciones, para incluir alumnos, chicos que tienen sobre edad o problemas de conducta. He observado, que ha intervenido CETAP y el chico ha quedado incluido en la escuela. Este año, ha sido un año de soluciones, donde realmente los chicos han sido incluidos. Este año, ha sido un año de inclusión, por lo que las escuelas están abiertas para todos los alumnos. Si al alumno no se lo podía mantener en una escuela, esa misma escuela se puso en contacto con otras para conseguirle un lugar. Ha sido un trabajo en red.


Profesor Piguillem: Mi percepción acerca de que esta inclusión masiva puede haber causado un incremento de los problemas de conducta, ¿es correcta o errónea?

Lic. Adriana Guzmán: No. No es masiva la inclusión. Considero que no es lo mismo masivo que democrático. O sea, los chicos como en cualquier escuela, de gestión pública o no, presentan ciertas problemáticas diferentes. Se ha atendido a esas problemáticas y se los ha incluido. Sin provocar ningún problema de conducta, por el contrario, se han mejorado situaciones con la intervención del CETAP y de profesionales que se han contratado a través del plan de mejoras, otra oportunidad que han tenido las escuelas.

Profesor Piguillem: ¿Han tenido problemas de violencia extrema en las escuelas?

Lic. Adriana Guzmán: No. Extremas no, porque la escuela siempre ha tenido que resolverlos. Mi tarea es la de ayudar, de orientar y pedir colaboración, como por ejemplo, al centro de adolescentes cuando hemos tenido situaciones, quizás extremas. Ahí hay un equipo interdisciplinario que trabaja de manera articulada.

Profesor Piguillem: ¿A qué llamás situaciones extremas?

Lic. Adriana Guzmán: A situaciones extremas, lo dijiste vos. Pero hay problemas de conducta, en los cuales, a veces la escuela, como no está dotada de profesionales idóneos, recurre al centro de adolescentes. Ellos han intervenido con un equipo interdisciplinario.

Profesor Piguillem: A nivel local, ¿cómo en tu relación con esta escuela? ¿Cuál es tu opinión sobre esta institución?

Lic. Adriana Guzmán: Excelente. Es una escuela muy superadora, donde la realidad es un poco distinta. La directora está sola atendiendo a todas las problemáticas del nivel primario y del nivel secundario, porque es la única directora que tenemos. Mi experiencia como supervisora en ésta escuela, es de un año, porque en un principio, no era una escuela que yo tenía asignada. Es una experiencia interesante, porque es una escuela que trabaja, quizás, de otro modo, a las escuelas de la capital. Por ejemplo, ha implementado estrategias de aceleración, porque la problemática de las zonas rurales es distinta a la de las zonas urbanas. Siempre hay una comunicación fluida. Es interesante este trabajo de supervisor, de colaborador, y al mismo tiempo, la directora siempre ha tomado decisiones que han sido acertadas en beneficio de la escuela.

LOS ACUERDOS DE CONVIVENCIA


En la Escuela del Potrero
REVISANDO LOS ACUERDOS DE CONVIVENCIA
El 2 de noviembre de 2011 se reunieron los profesores y la directora, con la supervisora de la región uno, para proponer cambios al reglamento interno, que trata sobre los derechos y obligaciones de los alumnos y de los padres o tutores.
 
La profesora Lorena Otero de Ciencias Sociales dio a conocer los resultados de una encuesta que realizó a todos los alumnos y a todos los padres o tutores. En un balance general, tanto los padres, como los alumnos, no proponen nuevos artículos o reglas, ni formas renovadas de sanciones. Tan solo proponen, sin demasiado compromiso, un endurecimiento de las sanciones, esto es, más amonestaciones y/o expulsiones por faltas graves.

"Al acuerdo o reglamento que ya teníamos, -dice Otero- lo teníamos que repensar… Pero todos: los docentes, los padres y los alumnos. Primero, bajamos las encuestas que nos enviaban en los cuadernos de comunicaciones. Luego, les preguntamos a los alumnos si estaban de acuerdo o no, en sancionar las mismas faltas de años anteriores. Se les explicó cómo realizar la encuesta.”

 “En la última columna, -continúa Otero- se consultó sobre la sanción que correspondería según ellos, según los padres y según los alumnos. En el formulario había una opción donde podían incorporar otros artículos que no estuvieran dentro del reglamento viejo… Pero ninguno hizo alguna observación. El compromiso no ha sido mucho. Y respecto a la sanciones, sólo proponen amonestaciones y expulsiones.”
“También, estuvimos trabajando  con un grupo, sobre qué otro tipo de sanciones había, que no fuese la amonestación. Pero los alumnos, siempre proponen la amonestación. Tengo la sensación, -agrega Otero-  a partir del diálogo que mantuve con algunos chicos, de que esto para ellos es muy cómodo. Porque es un papel más. No les afecta. Lo firma mi mamá y se terminó la sanción para mí. En cambio, si yo rayo un banco y lo tengo que limpiar, es más trabajo. No quiero hacer ese trabajo.”

sábado, 3 de diciembre de 2011


Vecinos emblemáticos

Doña Ángela Eloísa Jofré, más conocida como Ñatita, le contó a la Voz del Potrero algunos aspectos de su vida relacionadas al Potrero de antaño.

Mi Familia
“Mi padre es nacido en un lugar que se llamaba La Bajada. Está en la ruta que va a Carolina, antes del monumento donde nació Pringles, en Los Tapiales. Mi madre nació campo adentro, en la zona de Las Barranquitas, donde tenía el campo mi abuela.
Pero yo crecí en Estancia Grande, donde ahora está el boom inmobiliario. Pero, nosotros nunca fuimos propietarios. A mi padre, siempre le prestó una casa, el dueño del campo, que era un maestro Estancia Grande, Don Rufino Oveja. Ahí vivimos muchos, muchos años, hasta que la muerte se los llevó mi padre. Después, nos separamos.
Éramos tres hermanos. Yo soy la chiquita, la menor de todas. Después seguía mi hermana Tuca, que se casó y se vino a vivir a la Quebrada de los Cóndores. Y la más grande, mi hermana Mariquita, que está en Buenos Aires.
Yo me puse de novia con un chico de acá, del Potrero. Nos casamos y hace 35 años que estoy casada. Mi esposo vivía allá, donde están aquellos álamos -señalá del otro lado del dique, cerca de los boxes-. Pero yo siempre viví en el Potrero, porque él ya tenía el terreno y después nos hicimos la casa. Tengo dos hijas. La mayor tiene 34 años y la más chica 26. De la mayor tengo dos nietos.
En el 64 me casé y en el 65 nos hicimos la casa, gracias a los préstamos del banco hipotecario. En ese tiempo estaba Perón en el gobierno y les daban la posibilidad, a todos aquellos empleados que querían tener una casa, de sacar un préstamo en el banco hipotecario, para tener una vivienda propia. Pero tuvimos la mala suerte de que cayó el gobierno de Perón, enteraron los militares y todo cambio. Subió la cuota. La cancelamos pero no pudimos terminarla como queríamos.”

¡A la escuela del Potrero!
“Yo me eduqué en la escuela de acá, del Potrero. A 1º Inferior y Superior, los hice en Estancia Grande. Pero a mi padre no le gustó, porque él era tomero acá, en Potrero, y nos cambió de escuela. Desde el segundo grado hasta el séptimo, vine desde estancia grande. Todos los días, venía caminando o el burro. Pero la mayoría de las veces, caminando.   
Cuando yo venía a la escuela, todo era de tierra, incluso la entrada al Potrero. El dique tenía más agua, porque llegaba hasta donde ahora está la Playa Blanca. Todo eso era dique y algún día volverá a serlo. Donde está la ruta nueva que baja a la iglesia, estaba el caminito por el que veníamos a la escuela o a comprar cosas. La iglesia no estaba terminada. Donde está la municipalidad, había unos corrales de chivas y vacas de los vecinos, Don César o Daniel Funes. Nosotros cortábamos por ahí para venir a la escuela.”

El paisaje de antaño
“En el trayecto, a las ocho de la mañana, veíamos muchísimas vacas. ¡Uh! El padre de Titi Orozco, tenía mucha hacienda en las sierras, donde nosotros vivíamos. ¡Era interminable cuando bajaban los animales hacia el pueblo! ¡Era impresionante! También había yeguarizos.
Lo único que se veía muy poco, eran ovejas. Creo que los únicos que teníamos éramos nosotros. Teníamos todo tipo de animales: vacas, yeguas, ovejas, cabras, chanchos, pavos, gallinas, patos...”

Elaboración Artesanal de Quesillos de Cabra
“Hacíamos quesillos de cabra y de vaca. No es muy difícil. Yo más o menos me acuerdo cómo los hacía mi madre. Bien artesanal era el procedimiento que hacía mi madre.
 Nosotros siempre carneábamos para comer todos los días, un chivito, un corderito, un pollo, un pavo, una gallina... Bueno, mi madre les sacaba una parte que está en las vísceras de los animales, que se llama cuajo. Le ponía sal y lo dejaba secar.
Luego con eso, cuajaba la leche. De esa cuajada, mi madre sacaba un suero y guardaba un poco, para seguir cuajando la leche.

Ponía la leche con el cuajo en un recipiente grande. La cortaba en cruz para que largara el suero. Luego, con una taza iba sacando el suero despacito hasta que quedaba muy poquito.
Entonces, iba haciendo pelotitas con las manos, uniendo la cuajada. Le echaba sal. Mientras tanto, ponía una fuente grande en el bracero. No tenia que ser a una temperatura muy alta, como para quemarse las manos. Cuando se calentaba, mi madre iba colocando ahí, esas pelotitas, apretándolas y dándolas vuelta. De esta manera salía un suero blanco.
Ella continuaba aplastándolas y dándoles forma, así -con sus manos, Ñatita, moldea un quesillo imaginario del tamaño de un plato-. Después las apretaba con otra fuente para que el quesillo quedara con su foma definitiva.
Luego, les ponía sal y colgados en una cañita los ponía a secar, o también, solía extenderlos a lo largo en una queserita de caña que tenía.
Los hacíamos para consumirlos nosotros, nunca se vendió nada en mi casa.
A los quesillos se los suele comer con pan, en un sánguche. Pero mi madre, también nos daba quesillo con arrope de miel o de chañar, que solía hacer ella. Nosotros para comerlo, lo picábamos chiquito y lo tirábamos sobre el arrope.
A mi casa iban muchas personas y amistades que tenía mi padre. Y a toda persona que iba, se le daba un pedazo de pan o torta casera con un pedazo de quesillo. “   

La Escuela
Ñatita se queja y se lamenta por algunos objetos que ella entiende se sacaron y cambiaron en la escuela, como algunas puertas y persianas levadizas de madera.
“Me he puesto de acuerdo con todos los exalumnos, en no dejar tocar al edificio viejo de la escuela, es decir, la dirección, las tres aulas donde se da clase y la galería. No tocarlas más.”
Sin embargo, de acuerdo a la opinión de la Directora, dichos objetos estaban bastante deteriorados. Además, era necesario, una mayor seguridad proporcionada por las rejas.
Pero más allá, de tener una visión negativa o positiva sobre un aspecto tan subjetivo, sería preferible e inteligente, concentrar todos nuestros esfuerzos por identificar las necesidades edilicias y hacerlas, en un consenso general. Siempre permitiéndose soñar con cosas mejores.
Permitirse soñar entre todos con la escuela que quisiéramos tener, y luego imponerla a la realidad.  Así de fácil.

¿Era peligroso vivir acá?
“No. Para nada, si había animales peligrosos, nos veían y se iban. A veces veíamos uno, cuando veníamos a la escuela, pero nunca nos atacaron, porque cuando nos veían, se largaban al río o a otro lado. Nosotros hemos vivido tantos años en estancia grande, sin vecinos, y jamás pasó algo raro, ni fue alguien a la medianoche a molestarnos. Todo ha sido muy tranquilo.
“Yo era muy miedosa tanto a los pumas como a las víboras. Pero en el campo me las tenía que bancar. No conozco mucho sobre animales peligrosos. He visto la coral, la yarará, las saperas y esas culebras que suben a los árboles, largas y de color marroncito, que dicen que no son peligrosas. Pero yo les tengo miedo a todas.”

¿Tuvieron que enfrentarse a un puma, alguna vez?
“Sí. Yo habré tenido 17 o 18 años y mi hermana, Mariquita, 21. El puma estaba a la espera en la sierra. Yo quisiera mostrarle el lugar de los hechos. Habíamos largamos los animales, la cabras. Nosotros, yo, mi hermana Mariquita y otro hermano, estábamos en la casa, porque desde ahí veíamos los cerros por donde andaban las chivas.
Cuando las chivas se amontonan y los pastores ladran, es porque algo raro pasa. Igual pasa con las gallinas, que cuando se amontonan y alborotan, es porque una víbora u otro bicho anda cerca. Aquella vez, andaba un puma.
Fuimos a ver para dónde se escapaba. Las chivas estaban todas amontonadas y el puma ya había cazado a una.
Mi hermana, Mariquita, era muy capaz y valiente, se enfrentaba a todo, era una mujer muy desenvuelta, tanto su vida de campo como en la ciudad. Además, tenía muchísima puntería con armas de fuego. Ella tomó el rifle o la escopeta que teníamos y nos organizó: "vos andá por la loma, yo por el medio a la sierra y vos por las quebradas”.  
Yo tenía tanto miedo que me llevé un perrito conmigo. Iba hacia la derecha, por la quebrada. Al medio, mi hermana con el arma, mirando para todos lados.
Cuando escucho que Mariquita grita: “¡Allá va!”. Pero mientra ella bajaba, algunos perros lo cargaron y el puma se trepó arriba de un molle.”

“No sé de dónde ni cómo, pero mi hermana agarró un palo grande que había por ahí y le dio. El puma estaba en una horqueta baja y ella le debe haber pegado en la cabeza, a la altura de la nariz, porque cayó… Lo mató de un palo.”

“¡Mirá, por allá se va otro!” le grité a mi hermana. Era más grande, era el que había matado a la chivita y huía al monte. Los perros cargaron a este otro.
Quedó el más chico arriba del árbol. Mi hermana, estaba desesperada porque los perros se habían ido tras el otro puma. Tenía miedo que el que estaba arriba del árbol también se le escapara.
No sé de dónde ni cómo, pero mi hermana agarró un palo grande que había por ahí y le dio. El puma estaba en una horqueta baja y ella le debe haber pegado en la cabeza, a la altura de la nariz, porque cayó… Lo mató de un palo.
Lo trajimos a casa. Era grande y largo. Lo medimos, pero no recuerdo cuánto. Le sacamos el cuero y me parece que mi papá lo vendió.
Pero el grandote que mataba a las chivas, se nos fue. Lo perseguimos pero se nos escapó. Esa fue la única vez que matamos un puma. “


ESTOY MUY FELIZ
“Estoy muy feliz y contenta de haber vivido mi infancia en Estancia y Grande rodeada de gente muy buena. Y acá, en Potrero, también, nunca he tenido problemas. Me llevo muy bien con todos los vecinos. Pero no visito casi a nadie. Nada más, un “¡Buenos días!” o un “¡Buenas tardes!”. Pero donde voy soy bien recibida. Pero yo no soy de visitar mucho, sólo en ocasiones importantes visito a mis parientes.”

NOVEDADES DEL POTRERO

Otra donación desde Texas
Los Bomberos Voluntarios del Potrero de los Funes recibieron a “BLANCANIEVES”.

Se trata del móvil Nº 6, otra donación del Sr. Daniel Wilkinson, que ya había donado el móvil Nº4. Viene del mismo cuartel de Wichita, en Estados Unidos.
“Tiene un poco más de capacidad que el móvil Nº 4 –dice Sergio Olarte- y la bomba de agua es un poco más grande.            
Le estamos pintando la cara, porque lamentablemente estuvo embarcada, vino descubierta, a la intemperie,  en el mar. Pero las ventajas que tiene, es que el camión tiene 300 litros más de capacidad de agua, la bomba es más grande, el motor es un 750, naftero y trae quinta.
La bomba funciona con la caja de cambios. En primera, tiene una presión de casi 70 pci. En el segundo cambio, más presión y así hasta el quinto cambio.
Se la está reformando y comprando todos relojes y accesorios que se pueden conseguir, similares a los originales. Porque la desventaja que tienen estos móviles, es que están hechas solamente allí, en Texas”.-


Teléfonos de utilidad
Teléfono de los Bomberos Voluntarios
del Potrero de los Funes 495239
O llamando al 911, que es gratuito y se puede llamar desde un teléfono celular sin crédito y desde una loma.

Chistes  -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------  

-- ¿Qué le dijo una silla rica a una silla pobre?
-- …Pobrecilla.   –Axel, 3º año-


Había una vez una ”pera” en una esquina, esperando el colectivo. Vino una manzana caminando y le preguntó: “¿Hace mucho que “espera”?          –Pablo, 3º año-


-- ¡Papá, papá! ¿Vos te casaste por civil o por la iglesia?
-- Por estúpido.         –Axel, 3º año-


-- “¡Miauhogo, miauhogo!” – decía un gato que se cayó al agua.
-- ¿Quiquirís que le haga? ¿quiquirís que le haga? – Le respondió el gallo.
Vino la policía y le preguntó al chancho:
-- ¿Cuándo ocurrió esto?
-- ¡Hoink! ¡Hoink!               

El Salto de la Moneda


El Salto de la Moneda
El Sr. Ignacio Olagaray, el dueño de la propiedad donde se encuentra el Salto de la Moneda, uno de los lugares del Potrero de mayor interés turístico, charló con la Voz del Potrero.

¿Público o Privado?
“Turísticamente –dice Olagaray-, es el lugar más representativo de Potrero de los Funes. Está dentro de una propiedad que compraron mis padres en el 1984 o 1985.
Lo que hemos comenzado a administrar y a controlar es el uso y el acceso por el sendero, no así sobre el río. Soy un convencido de que el río es de uso público y así debe mantenerse. Es decir, sobre el río no tengo ninguna injerencia.
Lo que sí, claramente, está establecido, es que ningún propietario, aunque tenga adentro de su propiedad cualquier cauce de agua, puede hacer un uso particular del agua. Lo que es del Estado, es el recurso hídrico y el cauce del río.” 
El Origen del Nombre
“El Salto de la Moneda es un pozo natural con una cascada que hay sobre el Arroyo del Salto o Río de la Bolsa.
En realidad, el nombre topográfico del lugar es Salto Grande. El nombre Salto de la Moneda fue adoptado por los campamentos ligados a la Acción Católica que venían de Buenos Aires, en la época del 40 o 50.
Las versiones son distintas. Pero el salto es una quebrada muy sombría que presenta un pequeñísimo microclima, porque es un lugar en el medio de la cara sur de la sierra central de San Luis. Donde, de pronto, te encontrás con una vegetación de mayor exuberancia que las del resto de las laderas inmediatas.
Está encajonado, con bastante humedad, con paredes de helechos, con árboles añosos. Esa cascada recibe muy pocas horas de sol directo durante el día. Durante un par de horas al mediodía, el sol da verticalmente.
Normalmente, por los sedimentos que arrastra, si bien el agua es cristalina, el fondo tiene una suerte de color amarillento o verdoso.
El piletón que tiene unos cuatro metros de profundidad, es una cuenca de piedra, excepto en algunos rincones donde hay sedimentos de arena. La piedra que hay en la sierra es el granito, con cristales de feldespato y mica.
Los reflejos que resultan si uno mira sin prestar atención a los detalles, entre el color del agua, el reflejo del sol y los cristales de la arena, son de un color pálido y amarillento, como una suerte de monedas.”  

¿La Fontana di Trevi?
No hay que tirar nada, nada. Hay gente que por ahí tira monedas. Yo tengo una visión crítica de eso…Sostengo que lo que en realidad pasa, es que los que vienen al Salto y tiran monedas, lo hacen porque no les alcanzó el presupuesto para llegar a la Fontana Di Trevi, entonces se consuelan tirando monedas en el Salto de la Moneda.

La Cooperativa de Agua Potable


Los alumnos de 3º año visitaron inesperada y sorpresivamente la Cooperativa de Agua Potable. El  encargado y los empleados nos mostraron todas las instalaciones y nos explicaron los trabajos que realizan. Era una esplendida y calurosa siesta terminamos en el río, mojándonos en el agua del río Los Molles.

La Comisión y los empleados

La Voz…: ¿Cómo se llaman la cooperativa?
Cristian Rojo: Cooperativa de Agua Potable de Potrero de los Funes y Otros Servicios Públicos...

La Voz… : ¿Cuántos empleados hay?
Rojo: Siete y un administrativo.

La voz…: ¿Te acordás de todos sus nombres?
Rojo: Esteban Rojo, Felipe Rojo, Carlos González, Marcelo Albornoz, Francisco Gutiérrez, Betiana Funes, la administrativa, y Christian Rojo, que es el encargado..

La Voz…: ¿Están tratando de tener una mutual propia?
Rojo: Vamos a hacer convenios con los socios...

La Voz… : ¿Quiénes son los encargados de esta cooperativa?
Rojo: Hay una comisión y además tenemos un encargado...

La Voz… : ¿Te acordás algún nombre de los que integran esa comisión?
Rojo: Secretario, Muñoz Roberto. Presidente, Basterrica Oscar. Tesorero: Rezzano, Domingo. Vocal: Rezzano, Miguel.

La Voz… : ¿Cuántas personas integran la comisión?
Rojo: Siete u ocho vecinos.

Por gravedad y bombeo

La Voz… : ¿Qué hacen en este lugar? ¿Cuáles son las instalaciones principales?
Rojo: Bueno, hasta acá llega el agua por red, por acción de la gravedad, pero también se bombea desde el río. Por gravedad desde dos kilómetros arriba, más o menos, viene por cañerías.

La Voz… : ¿De qué río se recibe el agua por gravedad?
Rojo: Se toma del río Los Molles.

La Voz… : ¿Cómo se llega a ese lugar, de donde se capta el agua en Los Molles?
Rojo: Subiendo por detrás de la iglesia, más o menos, haciendo un kilómetro y medio o dos, ahí está el embalse que tenemos. Desde allí viene entubada hasta los filtros, que están acá arriba -- dice señalando una construcción que está en la parte superior, por encima de los piletones.

La Voz… : Si no viene agua por los Molles, ¿de dónde la sacan?
Rojo: Se bombea de abajo -- señala hacia el fondo del precipicio que se abre debajo nuestro.

La Voz… : ¿Donde se filtra el agua que se bombea de abajo?
Rojo: Abajo hay una galería filtrante. Arriba, sólo se aclara.

La Camioneta
La Voz… : ¿Para qué usan esta Ford F100?
Rojo: La utilizamos para realizar los trabajos en la red.

Roturas y reparaciones
La Voz… : Están construyendo mucho en Potrero... ¿Te rompen mucho los caños? ¿Cuáles son los problemas que más se les presentan?
Rojo: A veces se rompen las cañerías, Sí querer, durante las construcciones de cimientos. Además, realizamos las reparaciones o los cambios de los medidores, ya que la mayoría de las casas del potrero tienen uno. Todos los meses se hacen revisaciones y al que le falta, se les va poniendo.

La Voz… : ¿Cuál fue la última construcción o refacción que hicieron?
Rojo: Una reparación en el acueducto por el cual el agua baja por gravedad.

Mayores Consumidores

La Voz… : ¿Quiénes son los mayores consumidores?
Rojo: La mayoría de las casas que tienen pileta, algunos clubes, el hotel internacional, los cabañeros y los boxes del circuito, cuando hacen carreras. Pero hasta ahora, no tenemos problemas.


La Voz… : ¿Cuánto dura el agua de los piletones?
Rojo: en menos de un día se consume, si el día está como hoy, caluroso y soleado.

El agua de los piletones “en menos de un día se consume, si el día está como hoy, caluroso y soleado (…). Entre las dos piletas más nuevas (…) deben tener 400.000 litros de agua. Las otras dos piletas más chicas y antiguas, deben contener unos 100.000 litros.”

La Voz… : ¿De cuántos litros estamos hablando?
Rojo: Entre las dos piletas más nuevas, que están más elevadas, más o menos, deben tener 400.000 litros de agua. Las otras dos piletas más chicas y antiguas, que entre las dos deben contener unos 100.000 litros. Yo soy nuevo, pero calculo que las chicas deben deben tener 25 años, y las grandes se comenzaron a construir en el 2004.


El Filtro
Una pequeña construcción sobresale por encima de los piletones más elevados y grandes, es el filtro. Subimos por una escalerita para sacar unas fotografías.

La Voz… : ¿Cómo está formado este filtro?
Rojo: Primero hay una cámara de un metro medio dónde queda la arena. Luego, pasa por el filtro, formado primero por unas canaletas plásticas, en las cuales quedan las algas y otros elementos. Cada dos o tres días nosotros hacemos una limpieza de este filtro. Desde estas canaletas, el agua cae a un filtro formado por granza, arena y arena fina. Luego, se clorifica automáticamente con un dosificador.
  



Al costado de los piletones, en una pequeña piecita, hay un tacho de 200 litros de cloro puro y está el clorificador.

Los Piletones
Mientras caminamos sobre el techo de los piletones más elevados, que tienen una profundidad oscura y silenciosa de tres metros, observamos la inmensa quebrada, y el fondo, abajo, muy abajo, el río los Molles. Los alumnos y los empleados aunque extasiados por la belleza del lugar, recuerdan al muchacho de 29 años, oriundo de Las Charcas que cayó por el precipicio y murió en abril. Era uno de los empleados.